Jerez Feria 8, 9 y 10-5-65

"El lidiar, al pasar por sus manos pierde brusquedad, gana en belleza sin perder por ello su eficacia..."

 

 

 

Día 8 de Mayo de 1965

6 Toros del Marqués de Villamarta
- Jaime Ostos
-  Diego Puerta
-  El Jerezano

GRAVE COGIDA DE DIEGO PUERTA

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Jerez primera de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.

     Hierve en fiestas Jerez. El alegre ambiente de sus fiestas, el rico sabor del vino de la tierra y la belleza de sus mujeres, bajo el señorial marco de su feria de mayo, abren sus puertas para ofrecer a los aficionados que han llegado de toda Andalucía, la emoción y la belleza de sus tradicionales corridas de toros.

     Y quiere el destino adverso que en este festejo con reses sin clase ni estilo del Marqués de Villamarta, caiga herido un torero triunfador en cien combates, el que acaba de ganar la oreja de oro de la feria sevillana. Diego Puerta no se ha querido conformar con pasar por Jerez sin dar su nota, la de valor y casta indomable y su segundo enemigo, reservón, cobarde, de media arrancada y que frenaba a mitad del viaje, como todo el encierro, le ha cogido por el muslo izquierdo y le ha inferido una cornada de pronóstico grave de unos veinte centímetros d extensión. Una pena. Diego quería sumar otros trofeos que las clamorosas ovaciones que había escuchado al lancear de capa a sus dos toros y en la vuelta al ruedo que dio al pasaportar a su primero de una gran estocada, tras exponer y porfiar lo indecible sobre ambas manos. Diego Puerta, honradez profesional y valor seguro y firme, había caído herido de gravedad ante un toro imposible del Marqués de Villamarta. Le deseamos una pronta mejoría.

     Primer espada de la terna había sido Jaime Ostos, que reaparecía tras su percance de la feria sevillana. Como decimos, no ha tenido la corrida raza, clase ni casta. Los toros atacados y blandos de manos, han hecho una pelea a la defensiva contra la que el buen hacer torero de Jaime y su desmedido valor, poco han podido hacer. Ha expuesto y ha salvado con reflejos y vista las peligrosas tarascadas que le han tirado sus enemigos. Dos toros sin posible lucimiento, dos toros a la espera del descuido para acertar la cornada, a los que el de Écija ha matado con brevedad y en los que ha escuchado sendas ovaciones. En el que mató por el percance de Puerta, estuvo breve con el acero. No cabía hacer más con tales reses y Jaime ha estado en el sitio y dispuesto en ésta la corrida de su reaparición.

     El torero de la tierra, El Jerezano, ha salido con ilusión palpable. Se le ha visto con deseos de triunfo y su capote, en las únicas arrancadas que daban los toros un poco claras, ha bordado el toreo a la verónica. Con la muleta ha estado valiente y animoso sin rehuir ni un solo momento el jugarse el pellejo para corresponder la fe que en él tienen puesta sus paisanos. Entre un bosque de cornadas y hachazos, ha toreado con la derecha entre olés y como con la espada ha estado firme y seguro, se le ha aplaudido fuerte en ambos toros que pasaportó. La corrida del Marqués, deslucida y con peligro, como ha quedado reflejado en este comentario.

     Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches.

Día 9 de Mayo de 1965

    6 Toros de Bohórquez
    - Antonio Ordoñez
    - Carlos Corbacho
    - El Pireo

DOS OREJAS PARA ANTONIO ORDOÑEZ Y EL PIREO. CARLOS CORBACHO, UNA.

     Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Jerez, segunda de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.

     Ser torero y sentirse torero tiene que ser algo grandioso. El toreo, bella arte de riesgo y de sangre. Y en Antonio Ordoñez los eternos postulados del parar, templar y mandar se hermanan con la pureza y el clasicismo más añejo. Torear dando sentido y medida a los lances que se ejecutan es auténticamente difícil. Antonio, Mago de Ronda, da sentido de lidia a todo lo que lleva a cabo con capote y muleta. Es como si el lidiar, al pasar por sus manos perdiese brusquedad, ganase en belleza sin perder por ello su eficacia.   Y así, el de Ronda ha toreado con el capote de forma maravillosa y de fácil maestría. El ritmo y el temple que ha puesto a las ocho verónicas con que saludó al primero de la tarde, han tenido olor, color y sabor a cosa grande. Han sido ocho lances en los que no se puede llevar más toreado a un toro. Ocho lances que han sido otros tantos cantos a la hondura y a la pureza dogmática del lance rey. Y la media, de perfecta iniciación y remate, obra acabada, perfecta y torerísima, muy difícil de superar. Cuando con proyección histórica se hable del capote de Antonio Ordoñez, habrá que ponerse en pie firme y con el sombrero en la mano. Al cuarto le instrumentó iguales lances fundamentales y de nuevo por la plaza se extendió el aroma hondo y penetrante al más depurado y auténtico toreo.

     Su primer trasteo muleteril lo abrió con unos majestuosos ayudados. Adelantando el engaño, para dar así mayor amplitud al pase, cinceló cinco muletazos diestros en los que no cabe mayor temple, ritmo ni armonía. El de pecho, gallardo y torerísimo, fue el broche adecuado al ramillete de espléndidos muletazos. Y de aquí en adelante, échenle ustedes pureza y sabor, verdad y naturalidad en los pases fundamentales ejecutados con la mano izquierda. No se podía torear más templado, con mayor recreo ni mayor gusto que como estaba haciéndolo el Mago de Ronda, en medio de la alborozada complacencia de la multitud que llenaba plaza. Vino después el capítulo de los adornos, pinceladas garbosas y los desplantes personales. Y cuando mató de un pinchazo y superior estocada, se le otorgó con todo merecimiento las dos orejas de su enemigo, en tanto que se pedían más trofeos. La vuelta al ruedo fue de auténtico clamor.

     Con la cara alta y echando las manos por delante, salió el cuarto de la tarde. Su capote magistral y poderoso lo metió por cauces de torería y vinieron tras los capotazos de tanteo, esos lances maravillosos a que antes hacíamos referencia, A la muleta llegó el toro tardeando, queriendo coger con el pitón derecho y mostrándose áspero con el izquierdo. Nuevamente la mano izquierda en naturales solemnes dicta lección de toreo fundamental en varias series de naturales enormes. La faena breve y sentida- faena de treinta pases- tuvo el remate de la estocada y nuevamente la plaza se cubre de pañuelos en demanda de la oreja, que el presidente no concede incomprensiblemente. Ordoñez, torero de suaves maneras, no demuestra enfado y recorre sonriente el anillo recogiendo ovaciones, para retirarse después a la enfermería de donde no vuelve a salir, al acusar un fuerte palotazo en la rodilla que le infirió este toro.

     Y tras las exquisiteces toreras de Antonio Ordoñez, vemos a Carlos Corbacho, con un toro excelente que tras faena muleteril logra una estocada de espectacular ejecución tras la que sus paisanos, muy numerosos en peñas y clubs de La Línea logran para él la oreja. En el quinto está anodino y esta vez el público, el aficionado de Jerez, no se deja sorprender por los peñistas y aunque mata de otra estocada, deja la cosa en el justo término de la ovación y palmas.

     El Pireo ha alcanzado un gran triunfo. Fue la cosa en el que cerró plaza ya que su primero, n toro mansurrón y huido, que le cogió con aparato durante el primer tercio, se tuvo que limitar a torearle sin ligazón, pues el toro no quería otra cosa que huir. Mató a este toro de dos entradas y descabello final y se le ovacionó. Pero en el mencionado sexto toro, el Pireo dejó constancia de su clase, valor y arte con un toreo de capa muy bien ejecutado y una faena pletórica de gallardía y majeza. E toro llegó al trance final tardo, pero el muchacho a fuerza de cruzarse con él, de porfiar lo indecible, le cuajó un trasteo muy emotivo y torero que fue premiado con las dos orejas y salida triunfal en hombros, tras mandar al desolladero a su enemigo de pinchazo y media. Carlos Corbacho también fue sacado en hombros por dos capitalistas.

     La corrida de Bohórquez, con buen juego para los montados, bien presentada y con los defectos apuntados en la crónica para los de a pié.

     Y por hoy nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea a todos muy buenas noches.

Día 10 de Mayo de 1965

  6 Novillos de Luis Miguel Dominguín
   - Copano
   - El Monaguillo
   - Sebastián Palomo Linares

CIERRE DE LA FERIA DE JEREZ

Comentario a la novillada de feria de Jerez, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.

     Cierra Jerez sus tradicionales festejos con una novillada de postín. Seis novillos que lucen el hierro personal de Luis Miguel Dominguín, para Copano, novillero de la tierra y las máximas figuras de la novillería Andrés Torres El Monaguillo y Sebastián Palomo Linares.

     Pocas ocasiones de lucimiento han dado los novillos de Luis Miguel, que han acusado genio y bronquedad. En honor a la verdad tenemos que decir que el lote que ha embestido más ha sido el que ha correspondido al espada de Jerez, Copano que se ha encontrado en primer lugar con un novillo claro y docilón al que ha toreado sobre ambas manos con mejor deseo que acierto. Lo ha matado de una estocada y ha paseado por el ruedo la oreja de su enemigo. El cuarto ha llegado al trance final quedadote y el muchacho ha vuelto a estar muy valiente con el de Luis Miguel y cuando lo ha pasaportado de tres entradas y estocada, ha dado la vuelta.

     El Monaguillo ha tenido que pelear contra el genio y el mal estilo de su lote, pero el malagueño es torero que sabe lo que se trae entre manos y además atesora clase de la buena y valor sereno y firme. Muy bien ha andado Andrés con sus molestos y hasta peligrosos enemigos y cuando éstos han dejado una ventana abierta al éxito, les ha cuajado muletazos excelentes. Con la espada se ha mostrado breve y se le ha ovacionado en ambos. Con tan difícil novillada, El Monaguillo ha dejado constancia de su madurez artística.

      Palomo Linares ha lucido al lancear por verónicas a sus dos enemigos. Da gloria verle andar por la plaza. Es un matador de toros en miniatura y el toreo no tiene secretos para él. Sus amplios recursos han hecho que salvase con aseo, inteligencia y valor la difícil papeleta que tenia planteada por el deficiente juego del encierro. Muletazos toreros en ambos novillos y fácil y decidido con el acero. Se le ha aplaudido en ambos. Su cartel sigue en alza.

      La corrida de Luis Miguel ha tenido de todo, pues ha habido novillos que han peleado encastados con los montados y otros que han rehuido el castigo.

     Y con esto terminamos los comentarios sobre los festejos de la tradicional feria de Jerez, que una vez más ha sido modelo de organización. Organizacioń muy cuidada de la empresa formada por los hermanos José y Juan Belmonte, con la colaboración eficacísima de Pepe Villalón. Feria pues, triunfal en todos los órdenes.

     Y nada más, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches a todos.-